Ifigenia en Áulide

 Por Carmen Zavaleta 

 

La Compañía Nacional de Teatro inició con el pie derecho el Proyecto Espiral con la puesta en escena de Ifigenia en Áulide bajo la dirección de Gabriela Ochoa, un excelente trabajo que actualmente se presenta en la Sala Héctor Mendoza ubicada en la sede del grupo artístico. 

Fotografía: Sergio Carreón Ireta/ Compañía Nacional de Teatro

De acuerdo con la información de la Compañía, el ciclo tiene como objetivo “ofrecer una relectura de los clásicos griegos en un formato accesible y contemporáneo”, una apuesta que considero un acierto porque  pone el ojo en las obras que son parte del origen del teatro y aumentan las posibilidades de llegar al público de recientes generaciones; además abre la posibilidad de que estos clásicos puedan tocar a más espectadores en un época en la que lo escénico se encuentra en desventaja ante la velocidad de la información y el reducido rango de atención que en general tenemos como una de las consecuencias del uso de las redes sociales en donde en minutos o segundos cualquier asunto de la existencia es conocido, entendido, juzgado , cancelado o aceptado.

En este contexto llamar a Gabriela Ochoa para el primer montaje de Espiral fue una gran decisión, su trabajo frente a la exitosa  Algodón de azúcar nos recuerda que la directora y dramaturga apuesta por un lenguaje donde las imágenes y la síntesis excavan en lo íntimo de las y los  personajes y  nos llevan por las tramas de forma exacta, su Ifigenia en Áulide no es la excepción. 

La tragedia escrita por Eurípides (c. 484-407 a.C.) relata como a las puertas de la guerra de Troya  el Rey Agamenón llega al puerto de Áulide, donde mata a un ciervo consagrado a la diosa Artemisa. Ante la furia divina, el viento cesa y la  flota griega queda inmovilizada. Entonces el rey recibe del oráculo la orden de sacrificar a su hija Ifigenia para que los vientos soplen y las tropas continúen su camino hacia la batalla. Para llevar a cabo el sacrificio Agamenón engaña a su esposa Clitemnestra y a su primogénita con la promesa de que la casará con Aquiles. Una vez en la isla deberán enfrentar el destino. 

 

Para la narración escénica la dirección logra una adaptación que sintetiza la trama de manera clara y precisa, integrando la suficiente información sobre los personajes, lugares y hechos, lo que permite un acertado desarrollo dramático. 

La escenografía e iluminación a cargo de Jorge Kuri Neumann ubica a la tragedia en un espacio que semeja un tablero donde varias lanzas que se clavan en el piso hacen las veces de fichas que son movidas por las y los protagonistas. La idea del juego recuerda lo inevitable del destino para los griegos, aquí no se trata de suerte o de decisiones personales, la humanidad depende de los caminos que ya están trazados y lo que se habrá de descubrir es que no pueden evitar. 

 


El vestuario diseñado por
Gabriel Ancira es una reminiscencia de las vestimentas griegas, sin duda este es uno de los aspectos más delicados en los montajes del teatro clásico de la época que suelen caer en ilustraciones poco afortunadas, aquí Ancira logra estampas que alimentan la estética y nos ayudan a imaginar el tiempo de la acción.

Uno de los rasgos más importantes del montaje es el trabajo corporal asesorado por Iván Ontiveros,  las propuestas de movimiento son detalladas, sutiles y poderosas, por ejemplo la aparición en la primera escena de una cierva y el coro femenino, le recomiendo no perderlas de vista pues representan la animalidad que nos habita: la cierva es la presa que navega ingenuamente sus territorios sin sospechar el peligro que la acecha (igual que Ifigenia), el coro es una serpiente de tres cabezas- cada una con su personalidad -que escucha, relata y opina mientras se mete en los recovecos de nuestras dudas. 

En conjunto el montaje logra una propuesta estética sobresaliente que nos lleva siglos atrás a Áulide, ya veremos a qué otros territorios nos internaremos con el Proyecto Espiral, por ahora vale la pena navegar a hacia este puerto. 

Fotografía: Sergio Carreón Ireta/ Compañía Nacional de Teatro

 

 

PROYECTO ESPIRAL CAPÍTULO I 

Ifigenia en Áulide 

De Eurípides 

Dirección y versión Gabriela Ochoa  

Con el elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro: 

 

Agamenón Miguel Ángel López  

Clitemnestra Muriel Ricard  

Anciano / Calcas José Carlos Rodríguez  

Corifeo Amanda Schmelz  

Menelao Gustavo Schaar  

Aquiles Salvador Carmona  

Ifigenia Estefanía Estrada
Coro de mujeres Itzel Riqué  

Coro de mujeres Ana Cristina Ross  

Mensajero Omar Silva  

 

Del 14 de junio al 3 de agosto  

Sala Héctor Mendoza de la Compañía Nacional de Teatro (Francisco Sosa 159, Del Carmen, Coyoacán). 

Jueves y viernes, 20:00 h., Sábado, 19:00 h. y domingo, 18:00 h.  

Duración aproximada: 60 minutos 

Edad mínima de acceso: 14 

Aforo: 70 personas 

ENTRADA LIBRE con previo registro al correo: publicos.cnteatro@inba.gob.mx 

 

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