Indiferencia a la violencia y la muerte

Instrucciones para ir al cielo


En la puesta “Instrucciones para ir al cielo” la primera escena es poderosa, brutal, conmovedora, permea todo el montaje y logra sintetizar nuestro cotidiano; en el primer cuadro el director Benjamín Cann se encarga de restregarnos en la cara la violencia, nos saca de la comodidad de la butaca para recordarnos que en nuestra ciudad vivimos el riesgo constante, que esta urbe solidaria y amorosa también es contradictoria en el día a día y que cada uno emprendemos una lucha para llegar a la gloria o vivir nuestro infierno a placer.
Fotografía: Sergio Carreón Ireta

Al frente de la Compañía Nacional de Teatro, Cann logra que los actores, la escenografía, la música, el relato y las acciones sean un conjunto que nos interesa, nos presenta a una Compañía que da gusto ver con un discurso que se relaciona directamente con nosotros, que es cercano y eso se agradece; yo, la mera verdad, lo extrañaba.

El texto también es de Benjamín Cann y está basado en los relatos del Dekalog de Krzysztof Kieslowski y Krzysztof Piesiewicz, serie televisiva estrenada en 1989 que presentaba los Diez Mandamientos de la tradición judeocristiana. A partir de ahí, el dramaturgo da forma a un relato claro y directo que presenta la vida de los habitantes del Multifamiliar Miguel Alemán. Este es el primer acierto, no solamente porque el Multifamiliar es una de las imágenes de nuestro entorno, también por su origen: construido por Mario Pani en 1948 su diseño respondía al concepto de una Ciudad Radiante con edificios de gran altura que buscaban liberar espacios  verdes y  servicios en la planta baja, el ideal de la vivienda colectiva que conformaría una comunidad con sus necesidades básicas cubiertas.

Es en este conjunto en donde habitan los personajes de Cann, a través de cuadros que representan la muerte de los hijos, el aborto, los asesinatos o el incesto, fallas o simplemente vida. Cada participante se guía por sus deseos y se enfrenta a sus consecuencias, que resuenan en la vida colectiva.

Con un elenco conformado por los integrantes de la Compañía, actores y un músico invitado el desempeño es acertado, cada uno construye personajes lógicos y orgánicos; confían su trabajo y se desplazan hábilmente por la estructura escenográfica (diseñada por Matías Gorlero) dotando de sentido el espacio. Por cierto, la escenografía de gran formato se antoja como un tablero de serpientes y escaleras en donde cada personaje se juega su suerte para intentar llegar al cielo, pero inevitablemente resbalan.

La escenofonía y la música original de Federico Schmucler conviven entre los acordes y las voces de los propios actores, cada una de las herramientas se conjuntan para crear las atmósferas de las escenas.

Fotografía: Sergio Carreón Ireta

Es interesante que en medio de una propuesta realista, Cann inserta una metáfora que redondea la obra: uno de los personajes femeninos es maltratada por su pareja y termina desnuda en el piso. La gente pasa a su lado y nadie la ve, indiferente a la violencia y la muerte. Gradualmente ella- despojada de sus deseos y necesidades- sube a la azotea del edificio e intenta llegar al cielo, siguiendo sus propias instrucciones.

El equipo creativo está integrado por los actores y actrices Adrián Aguirre, Misha Arias de la Cantolla, David Calderón León, Eduardo Candás, Néstor Galván, Marco Antonio García, Olaff Herrera, Rocío Leal, Ana Paola Loaiza, Patricia Madrid, Óscar Narváez, Gabriela Núñez, Azalia Ortiz, Pilar Padilla, Adriana Roel, Antonio Rojas, Paulina Treviño. Los actores invitados Hanssel Casillas, Eduardo Minett, Renata Chacón y Renata Macías (alternan funciones). El músico invitado Federico Scmucler; Escenografía e iluminación de Matías Golero, Vestuario de Estela Fagoaga; Video escenográfico Daniel Primo; Escenofonía y música original Federico Schmucler; y Maquillaje y peinados Cinthia Muñoz y Luis Regil.

Instrucciones para llegar al cielo termina este domingo en el Teatro de las Artes del CENART, aún no está confirmada la próxima temporada, véala se quedará en su memoria.

Realizado por Carmen Zavaleta 

Fotografía: Sergio Carreón Ireta

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