Por Carmen Zavaleta
Está en cartelera la más reciente producción de Tercera llamada Personas,
lugares y cosas escrita por Duncan Macmillan y bajo la dirección de Paula Zelaya Cervantes, la obra es una opción que le recomiendo pues se trata de
una propuesta contemporánea que conjuga la energía de un fuerte grupo actoral
con un atractivo diseño de movimiento coreográfico que llena la escena.
En la trama se cuenta la historia de Emma una
joven y famosa actriz quien es presa de su adicción a las drogas. La acción
arranca durante una función de La Gaviota (de Antón Chéjov) en la que
la protagonista debería brillar pero en su lugar colapsa en pleno escenario,
¿la causa? su nivel de intoxicación. Después de este episodio Emma llega
a una clínica para someterse a una proceso de rehabilitación que la enfrentará
a sus compañeras y compañeros de viaje, y, sobre todo, a sí misma.
Duncan Macmillan (Inglaterra, 1980), es un dramaturgo con una pluma hábil
que sabe cómo abordar temas que preocupan a las personas adultas jóvenes; por
ejemplo el cambio climático y la descendencia temas que dieron forma a su
obra Pulmones; o las razones para vivir después de un intento de suicido
en la pieza de su autoría Puras cosas maravillosas. Su teatro
dialoga con el público a través de historias en las que explora la complejidad
humana y busca brindar soluciones y esperanzas; Personas, lugares y
cosas también se instala en este línea al desarrollar una buena
trama en la que expone los caminos de dolor que llevan al consumo de
sustancias. Ciertamente el tema es un riesgo pues existe una delgada línea
entre lo didáctico y lo dramático, el autor lo sortea y lejos de aleccionar
logra una obra en la que el conflicto es el hilo conductor de la acción: la
historia se cuenta a través de los ojos de Emma, la montaña rusa de sus
emociones, alucinaciones y angustias; el autor logra plasmar una síntesis de la
realidad con su ficción.
La dirección de Paula Zelaya Cervantes potencia esta propuesta dramatúrgica y logra que su grupo
de actrices y actores doten de vida los recovecos y contradicciones humanas que
se desatan ante las crisis emocionales, los episodios de abstinencia y la
complejidad de las relaciones al interior de un grupo de terapia.
Ana González Bello,
Lisa Owen, Alejandro Morales, Luis Eduardo Yee, Juan Carlos Medellín, Lilia
Navarro, Marcos Radosh, Samantha Coronel, Rodrigo Olguín, Michel Santré,
Marco Gatica y Mon De Monarca, conforman el elenco en la que cada quien
representa una importante pieza que da forma al motor de la puesta.
Es interesante que en el montaje se plantea el uso de la luz estroboscópica (caracterizada por la secuencia de destellos intermitentes) que se conjuga con potentes cuadros coreográficos del elenco; la conjunción da un sello característico a la puesta al impregnarla de momentos que representan el interior de la mente de la protagonista, sin duda este es uno de los retos de la obra pues se replica en sus diversos montajes como el que actualmente se lleva a cabo en el Teatro Español de Madrid. En nuestra ciudad el diseño de Iluminación es de María Vergara y el Movimiento escénico es de María Penella, quienes junto al Diseño sonoro de Dulce Mariel dan vida a una puesta potente.
Como protagonistas Ana González Bello y Lisa Owen conforman una mancuerna interesante. Owen da cuenta de su
experiencia en las tablas y aborda diversos personajes de la clínica en
la que se desarrolla la acción desde la templanza, su trabajo nos revela
a una actriz llena de sabiduría escénica. Por su parte, con su desempeño Ana González Bello sale de su zona de confort, es interesante el reencuentro
de la actriz con el dramaturgo (en nuestro país su carta de presentación
fue Pulmones en el 2015), Personas, lugares y cosas, da cuenta del desarrollo que ha tenido como intérprete y
la coloca frente al reto de a un trabajo emotivo que la lleva al límite.
Personas, lugares y cosas se presenta en el Foro Lucerna (Lucerna 64, colonia Juárez), los lunes a las 20 h,
hasta el 12 de enero, recomendada para mayores de 18 años.
Fotografías: Ricardo Alejandro Castillo Cuevas.
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