Por Carmen Zavaleta
El teatro representado en casas es, sin duda, una
manifestación que al margen del escenario público nos brinda una opción cercana
e íntima como personas espectadoras; en una ciudad tan ajetreada como la
nuestra vivirlo puede ser una buena experiencia si quien lo realiza
construye un relato afortunado en el que el espacio y la acción se
acompañan.
Una de las obras que actualmente podemos vivir en este
formato es Naxos, una historia de
minotauros, espectáculo escrito y dirigido por Rossaura Rodas y Guillermo
León, quienes se dan a la tarea de
trabajar en la escena y disfrutar su propuesta, lo que inevitablemente se
termina compartiendo con el público.
La obra cuenta el recorrido por Naxos, isla en el corazón del mar Egeo; en esa tierra conocemos a la bella Ariadna, su amado Teseo y su medio hermano Minotauro, quienes recorrerán un laberinto para intentar salvarse de sus pasiones.
El texto está inspirado en las épicas clásicas, cuya
narración relata las hazañas de héroes mitológicos. Como autores Rodas y León consiguen una historia lógica, anclada en un pasado
legendario y donde los seres sobrenaturales habitan de buena manera; adentrarse
a ella no es una tarea sencilla, pero la autora y el autor tienen el buen tino
de arrancar la representación al estilo de una conferencia dictada por
especialistas, lo que es la clave para la acción que se desarrolla en un tono
absolutamente extracotidiano.
La representación es en Casa Galán, una interesante construcción antigua ubicada en la colonia Narvarte; la arquitectura es una pieza clave para la ambientación de la puesta pues en ella se percibe un espíritu y olor antiguo que convive con el hoy; por ejemplo la escena en la que conocemos al Minotauro y en la que se ubica un laberinto clave para la historia, se desarrolla en un salón de cuyas paredes y techo, cuelgan sombreros y un enorme póster de Farrah Fawcett. Desconozco si los objetos pertenecen a la casa o si fueron colocados ahí a propósito, pero el efecto que dan es el de un recordatorio de que lo que observamos es una ficción que está varada en el tiempo y que ha sido compartida por seres de distintas épocas y lugares.
Sin duda el mejor lugar del recorrido es un baño en el que se ubica una enorme tina que contrasta con una pared de piedra; tan extraña arquitectura es el escenario del abandono de Teseo a Ariadna, un momento clave en una zona que transita de lo íntimo del enamoramiento a lo árido del abandono; mientras se escucha un bolero con Eydie Gormé y Los Panchos, como lo dicta cualquier decepción amorosa que se respete.
Las actuaciones a cargo de Rossaura Rodas, Betsabé
Rubio, Benito Celorio y Guillermo León están bien encaminadas a la construcción de la historia y
en general logran buenos resultados; sólo anotaría que al personaje de la Guía del
recorrido le falta frescura lo que contrarresta con sus compañeros. El apoyo
técnico es de Octavio Arroyo.
Naxos, una historia de minotauros es presentada por un
grupo de creación autogestiva que enfoca su trabajo en la construcción de su
propio espacio de representación y formación, tarea titánica- y heróica - ante
los tiempos que vivimos. Las funciones son en Casa Galán, durante noviembre en Petén 150, esquina con
Cumbres de Maltrata. Asista con ropa cómoda, la duración es de 80 minutos y
está recomendada para adolescentes y adultos. Informes de fechas y horarios en
el número 5514418909.
Foto: Octavio Arroyo
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