Por Verónica Mastachi
Mastiquen. Con calma y
conciencia antes de tragar y para evitar atorarse. Y es que la obra que voy a
reseñar en esta ocasión no es de fácil digestión y, sin embargo, es de lo más
delicioso que he podido consumir en mi vida de amante del teatro, y sólo por eso
repetiría mil veces si me fuera posible. Inteligente o no, uno va como público
siempre esperando algo, mínimo la sorpresa. Y si esta producción no les
sorprende sería prudente ir a checarse el pulso.
Algo
de Ricardo solicita que el espectador acuda en total disposición y
con plena disponibilidad. Nada de andar sacando el celular para ver mensajes ni
mucho menos ponerse a comentar con el de al lado. Y no es que yo lo diga porque
sí, es que no se puede. Si uno se distrae tantito, corre el riesgo de que se le
vaya el hilo del texto maravillosamente escrito por el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón.
Quisiera yo ser cándida, o
valiente, como los autores primigenios e inventarme palabras para describir lo
que viví en la función de estreno de esta puesta en escena, sin embargo, tendré
que conformarme con lo que el vocabulario posmoderno me permita utilizar en
tanto metaforice de manera que no suene como si fuera una corona que busca una cabeza que la embarace. O algo así, pues,
magnánimo e imposible.
Los elementos que componen la
escenografía cobran vida con una pauta que parece irreal. Pantallas,
vestuarios, maquillaje, espejos… Todo se está comunicando constantemente para
construirnos dos momentos históricos que convergen como si estuvieran
platicando entre amigos. El discurso se superpone y las acciones se estremecen
ante la potencia de lo que se está relatando.
Si ya han leído antes alguna
reseña mía, sabrán que no me gusta dar adelantos demasiado obvios porque lo que
intento es provocar su curiosidad y que vayan al teatro. Por eso no quiero decirles
mucho, pero sí les puedo adelantar que van a gozar como nunca en Algo de Ricardo, al adentrarse al mundo satíricamente sublime del actor
que prefiere caerse muerto antes de que su proyecto desfallezca sin ser visto
por los espectadores.
La temporada inició el 14 de
octubre y se extenderá hasta el 17 de diciembre, para volver del 6 al 14 de
enero de 2026. Algo de Ricardo se presenta en el foro
principal del Foro Shakespeare los martes y miércoles a las 8:30 de la noche. Los boletos
se pueden adquirir en la taquilla y en la página del foro: https://foroshakespeare.com/
En definitiva, esta obra de
teatro es un regalo preciso y perdérsela sería un pecado, casi como el invierno de un descontento que les
recomiendo transformar en un glorioso
verano bajo el sol capitalino. O sea, que vayan y que la mastiquen
apropiadamente durante todo el tiempo que resulte necesario. Les aseguro que
van a traer el sabor de Algo de Ricardo en su cerebro como una memoria que no
querrán olvidar jamás.
Gracias infinitas a Sandra Narváez por la invitación y el apoyo
para la realización de esta reseña.
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