POR: Dalia De León Adams
*Redefinición del futuro EGREGOR.*
Una fusión de actuación, danza butoh,
ópera barroca y tecnología.
La compañía presenta una innovadora puesta en escena que los creativos han denominado “videomapping interactivo”. En este espectáculo, los artistas se sumergen en un entorno de rayos láser, sonido cuadrafónico, humo o hielo seco y un juego de iluminación impactante. A esto se suma una “voz en off” que resuena al unísono, narrando una visión futurista inmersa en un vórtice escénico. El texto reflexiona sobre las consecuencias de habitar un mundo decadente, donde, en pos del lucro, se erosiona progresivamente la integridad, la salud mental y física. Este deterioro se produce a través de computadoras, medicamentos nocivos, programación manipulada y otros medios deshumanizantes que, bajo una retórica absurda de aparente civilización y modernidad, conducen a la decadencia.
Con una estética futurista y matices de imposición humanoide, casi zombi, la compañía ofrece un espectáculo de alta calidad artística. Como valor añadido, la representación tiene lugar en la majestuosa Capilla Gótica del Instituto Helénico, con funciones de jueves a domingo, un escenario que enriquece la experiencia. ¿Qué es un EGREGOR?
Un egregor es una entidad psíquica o una “mente colectiva” que emerge de la acumulación de pensamientos y emociones compartidos por un grupo de personas. Esta conciencia social, al concentrar energía, puede desarrollar una “vida propia” e influir en los pensamientos y comportamientos de los individuos, llegando incluso a manifestarse de manera visible para algunos. Los egregores pueden ser positivos o negativos y estar vinculados a ámbitos religiosos, nacionalistas, institucionales, de marcas corporativas o figuras culturales. El término, originado en la literatura ocultista del siglo XIX, proviene del griego egregoroi, que significa “vigilantes”.
EGREGOR, dirigido por Santiago Cumplido y con la colaboración de Vangeline (de Nueva York), cuenta con un elenco de once artistas de diversos géneros. Como la misma compañía describe, esta impactante puesta en escena es “un grito poético y sensorial” que invita a la reflexión y cautiva los sentidos.
EGREGOR como inconsciente colectivo
amenaza con devorar lo último que nos
queda de “Humanos”.
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