EntreActo
Por Carmen Zavaleta
Anatomía
de un suicidio es una puesta que reúne un texto
contemporáneo, una dirección decidida y a un elenco sólido en su desarrollo
escénico. La obra es original de la dramaturga británica Alice Birch (1986),
quien con su pluma revela una mirada crítica y detallada sobre la depresión
como una posible causa del sucidio. Atentar contra la propia vida ha sido
un tema tabú por siglos desde distintos ámbitos de la sociedad, considero que
en el fondo revela el profundo temor hacia la posibilidad de la muerte y la
responsabilidad que implica; este es uno de los puntos que la autora desarrolla
hábilmente en su anatomía dramática.
Birch
nos cuenta simultáneamente la vida de tres mujeres de una misma familia, Caro la
abuela, Ana la hija e Ivonne la nieta, interpretadas por Fernanda Castillo, Paula
Watson y Diana Sedano respectivamente, bajo la
acertada dirección de Cristian Magaloni.
La
historia se desarrolla desde los años 50 hasta la actualidad, pues Caro,
Ana e Ivonne son representadas en la época en que cada quien es
una adulta joven.
Caro es
la puerta de entrada a la familia, representa el modelo ideal de la esposa de
los años cincuenta dedicada al hogar, la casa de sus sueños y su esposo;
a Caro la acompaña una profunda tristeza arraigada en el dolor, circunstancia
que se potencia al quedar embarazada y dar a luz a su hija Ana.
En
los años setenta Ana se convertirá en una mujer poco ceñida a la
estructura social heredada de sus padres y tratará de sobrevivir a las
sobredosis de heroína que la llevan al hospital. Como su madre, Ana vivirá
inmersa en el dolor y el miedo. Un día conocerá a un cineasta que será el padre
de su hija Ivonne.
Finalmente Ivonne se
convertirá en médica del servicio de urgencias, lugar desde donde cuidará la
vida de otros, mientras intenta sobrellevar un dolor casi inexplicable que le
impide relacionarse amorosamente con posibles parejas, mientras intenta
reorganizar su vida y enfrentar la historia de las mujeres de su familia. Caro,
Ana e Ivonne comparten su esencia y la casa familiar.
La traducción del texto es de Paula Zelaya Cervantes, quien conserva el espíritu de las mujeres y los personajes de la historia y nos revela una dramaturgia dinámica que a manera de canon gradualmente descubre las circunstancias, deseos y conflictos de cada una de las protagonistas. Las escenas combinan el presente y el pasado ágilmente llevándonos de una década a otra de forma orgánica, aquí cada mujer de la familia convive en el mismo espacio y tiempo en una metáfora de cómo nos acompañan nuestros antepasados en la vida cotidiana, así sin darnos cuenta y de cómo todos llegamos a compartir los mismos espacios en la vida: las fiestas de cumpleaños, las bodas, los hospitales, la casa y hasta las mismas frases y palabras.
Desde
la dirección Cristian Magaloni juega con los tiempos y
espacios y tiene el buen tino de situar cada una de las escenas por medio de un
subtitulaje (no conozco el texto, pero es probable que cada momento esté
identificado de esta manera en el original); lo que da a la puesta una estética
contemporánea, al estilo de un laboratorio en el que observamos cada una de las
piezas de este rompecabezas familiar. Magaloni
ya había dado este toque en la puesta Indecente, lo que revela a un
director que sabe qué herramientas son efectivas para llegar al público e
invitarlo a entrar a la convención de sus puestas en escena con buenos
resultados.
Sin
duda el equipo creativo que convocó la dirección es una combinación poderosa,
la Escenografía de Anna Adrià y Marcela Vethencourt,
la Iluminación de Víctor Zapatero,
el Vestuario de Giselle Sandiel, el Video de Jorge Orozco y
el Maquillaje y Peluquería de Maricela Estrada ubican
de manera precisa cada a año e identidad de las y los protagonistas en cada
época, produciendo una puesta redonda y trabajada a detalle.
Además
de Fernanda Castillo, Paula Watson y Diana Sedano elenco
está integrado por Amanda Farah, Montserrat Ángeles Peralta, Antón Araiza,
Hamlet Ramírez, Santiago Zenteno y Lucía Ribeiro,
cuyas actuaciones nos llevan a transitar la historia claramente; es interesante
observarles a detalle pues cada quien tiene una técnica particular para crear
la ficción, juntos dotan a la obra de los diversos puntos de vista de sus
personajes, lo que potencia la trama. Las mujeres se enfrentan a las exigencias
de los demás para ser felices, lo que cada una desea pasa a un segundo plano
ante la presión de la maternidad o ante la exigencia de formar una vida en
pareja, mientras que excavan en su propia personalidad y temor. Por otro lado,
los hombres las observan casi sin comprender la complejidad de estas exigencias
y hartos del dolor, no del propio, del ajeno; la dirección desarrolla a través
de las actrices y actores estos extremos y juntos crean un montaje complejo en
el que no se encuentran respuestas, se plantean preguntas y es inevitable
observarles. Gran opción.
Fotos:
Luis
Quiroz.
Producción
teatral nacional realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR
(Efiartes)
Teatro Helénico;
Avenida Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn. Viernes y sábado , 19:00 h. domingo 18 h. Duración . 180 min. Sin
intermedio.
$504.00 Planta baja, $360.00 Planta alta $504.00 Planta baja, $360.00 Planta
alta. Adolescentes y adultos. Informes (55) 4155 0900, (55) 4155
0901, (55) 4155 0919
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