Todas las ciudades son navíos de perros que aúllan a la luna

 

POR Verónica Mastachi

 

El Navío de los Ingenuos es un espectáculo clown que nos sumerge en lo profundo del análisis humano y humanista ante las desolaciones que se enfrentan en la vida y las distintas formas de encararlas.

Fotografías: Carlos Alvar

Presentándose en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque en una prolongada temporada que inició a mediados de abril y culminará este 15 de junio, esta obra de teatro es la nueva propuesta del Colectivo Náufrago Teatro. Nacido de la Generación 2020 del CUT UNAM, es un testimonio vibrante de cómo la adversidad —en este caso, la pandemia— puede transformarse en una poderosa chispa creativa.

Un viaje clown hacia la resiliencia humana


El Navío de los Ingenuos
, escrita y dirigida por Aziz Gual, es una tragedia clown que se atreve a explorar la fragilidad humana con una honestidad desarmante. Lejos de ser una mera comedia, la obra teje el humor con la tragedia para abordar temas tan universales como el amor, la amistad y la incesante búsqueda de sentido en la vida. Es un recordatorio de que, incluso en las aguas más turbulentas, la risa y el llanto son dos caras de la misma moneda existencial.

El Colectivo Náufrago Teatro no sólo interpreta una historia; la encarna a través de una experiencia sensorial única. La combinación de clown, música en vivo y un diseño multimedia impecable transforma el escenario del Teatro Julio Castillo en un verdadero océano de emociones. Es una obra para ver, para sentir, para dejarse llevar por la corriente de sus personajes y sus dilemas.

La audacia de la experimentación

Lo que distingue a El Navío de los Ingenuos es su origen en la experimentación y el riesgo. El reto fue más allá de la técnica, pues el director buscaba que los actores se apropiaran del gesto, la mirada y el tiempo desde una perspectiva clown. Esta audacia se traduce en una puesta en escena donde el cuerpo se reinterpreta y el espacio se convierte en un lienzo para las emociones. La inspiración en relatos marítimos y la figura de Adamastor, ese símbolo de adversidad, le dan un anclaje poético que eleva la narrativa sin caer en lo didáctico.

La obra es un reflejo de la resistencia generacional que se gestó en medio de la incertidumbre. Es inspirador ver cómo estos jóvenes talentos han canalizado sus experiencias para crear algo tan profundo y, al mismo tiempo, lúdico.

Una travesía imperdible

El Navío de los Ingenuos cierra una larga temporada este 15 de junio en el Teatro Julio Castillo, con funciones los sábados y domingos a las 12:30 del día. Con una duración de 70 minutos y recomendada para infancias mayores de 8 años, es una invitación para que toda la familia se embarque en esta travesía sin igual.

En definitiva, El Navío de los Ingenuos es una obra que entretiene y también invita a la reflexión. Es un recordatorio de que, incluso cuando navegamos hacia lo desconocido, la capacidad de reír y sentir profundamente es lo que realmente nos define.

Gracias a Sandra Narváez por el apoyo para la realización de esta reseña.




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