Por Verónica Mastachi
Es la víspera de año nuevo y dos
emigrantes venezolanos están hartos de sí mismos, de su convivencia y de su
realidad, muy diferente la de uno en comparación a la del otro, distantes y a
la vez cercanísimos. En medio de un rapaz debate de debates, que llega a
desesperar de lo bueno que es, estos dos hombres nos entregan lo más profundo
de su intimidad, la cual los desvela de cierta forma como arquetipos
románticos.
El hombre que
aspira a tener una mejor vida. El soñador, el que es feliz con lo que
sea, el que guarda el futuro en un muñeco de su hijo. El que fantasea y se
divierte. Un hombre que imagina a pesar de los huecos en su ropa porque quiere
una casa grande para toda su familia y por eso come las cosas menos
apetecibles.
El mártir del
pueblo. El rebelde que huye en pos de la libertad. El libertario que sufre en
el exilio. El que no para de estar solo para salvar a los demás. El que escribe
y toma y fuma y no duerme. Un hombre amargado por el peso de las letras y de un
posicionamiento que ahora no es nada y lo tiene desterrado para siempre.
Estos dos personajes desfavorecidos por sus decisiones, viéndose a los ojos, hablándose en dos dimensiones distintas, ofendiéndose y defendiéndose, siendo los mejores y los peores de cero a cien, nos llevan a entrometernos en ese momento de sus vidas y a desvivirnos con ellos esperando a que den las doce, o a ver qué pasa con estos dos.
Yo sí llegué a sentir como si estuviera
viéndolos en la sala de mi casa, diciéndoles de cosas por la indignación y
ternura que me provocó lo torcido de su relación. Lloré, reí, me enojé, me
desesperé y lo disfruté intensamente.
Eso es lo que logran las magistrales
actuaciones de Sebastián Torres y
Jesús Delgado en la obra Emigrantes, una
adaptación del texto original del polaco Slawomir Mrożek, dirigida por
Jesús Delgado y Dimas
González del Grupo Teatral Emergente. Desde su
estreno en 2019, Emigrantes ha sido llevada a varias ciudades de la frontera de
México y muchos países de Latinoamérica. Además, recibió el Premio Frida Kahlo
en el Festival Internacional de Teatro de Chicago en 2021.
Se está presentando en el Foro Shakespeare los domingos de enero a las 6 de la tarde, y a esta increíble puesta en escena le sigue Los Policías, del mismo dramaturgo polaco, todos los domingos de febrero en el mismo horario. Definitivamente tienen que ir a ver una excelente entrega doble de esta compañía venezolana Grupo Teatral Emergente, multipremiada y reconocida internacionalmente.
Ahora me falta ver Los Policías para apreciar
otro enfoque, el otro lado del asunto, y que por supuesto comentaré aquí.
Muchas gracias a Sandra
Narváez por esta
oportunidad. ¡Nos leemos pronto!
Excelente, felicitaciones, bendiciones. Que continúen los éxitos!
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