EntreActo
POR: Carmen Zavaleta
Está
en temporada Alma Migrante (A Girl Grows Wings), escrita por la dramaturga
chicana Marisela
Treviño Orta (graduada
del Iowa Playwrights Workshop y afiliada al Playwrights Center y miembro
de The Latino Theater Company’s Circle of Imaginistas); y presentada por
la Compañía Organización Secreta Teatro bajo la dirección de Rocío Carrillo.
La obra es estéticamente poderosa e indaga en las circunstancias de vida de
personas jóvenes que han crecido en Estado Unidos y que son hijas e hijos de
migrantes.
Atinadamente
la dramaturga aborda el relato sin palabras y propone cuadros en los que se
representan las acciones y las diversas etapas de la vida de las y los
protagonistas. Al inicio conocemos a una familia mexicana que vive
tranquilamente dedicada al campo en nuestro país; rápidamente la circunstancia
cambia pues son víctimas del crimen organizado. Arrasados por la violencia y
buscando salvar la vida, un joven matrimonio se ve obligado a huir al gabacho
con su hija en brazos.
Después
de cruzar el desierto la familia se establece. Con los años, la bebé se convierte
en una joven que, llena de vida y energía, busca encajar en la sociedad que la
vio crecer. La tarea se antoja imposible y lo es, pues en la adolescencia las y
los hijos de migrantes se enfrentan a un limbo legal ante su situación
migratoria.
La
virtud de la obra es que coloca ante nuestros ojos las circunstancias en la que
viven las y los dreamers (hijxs de inmigrantes indocumentados), de la que pocas
veces -si no es que nunca- somos conscientes: las barreras que enfrentan como
indocumentados; ellas y ellos han adoptado una cultura que no es la suya y
crean una identidad en la que legalmente no tienen garantías para vivir y menos
aún para propiciar su crecimiento personal, laboral y profesional.
Rocío Carrillo y
su grupo de actrices y actores dan forma a una puesta que se desarrolla a
partir de un arduo trabajo corporal; desde los primeros momentos de la obra es
evidente el entrenamiento que han realizado para generar los cuadros y las
acciones que mantienen la atención del público, lo que es resultado de la
comunicación entre el elenco. Sin duda, la Compañía ha consolidado su trabajo
en un lenguaje común y las y los intérpretes se notan cómodos y confiados, lo
que se transmite a la sala; el resultado es loable no solamente artísticamente,
también porque a estas alturas y con las condiciones económicas que permean al
teatro, mantener una compañía de grupo en un proceso como este sin duda
requiere de esfuerzos de recursos y agendas.
Mercedes Olea, Beatriz Cabrera Tavares, Ernesto Lecuona, Alejandro Joan Camarena, Jonathan Ramos, Stefanie Izquierdo, Brisei Pérez Guerrero y Paula Bucio en las percusiones conforman el equipo sobre la escena; cada uno realiza un trabajo exacto lo que permite que el relato fluya. Quiero resaltar el trabajo de Mercedes Olea quien explora corporalmente a sus personajes de manera contundente y fragmenta cada parte de su cuerpo, observándola esos fragmentos son cada una de las emociones que transita en la ficción, el trabajo del elenco está en la misma línea.
Parte
esencial es la plástica de la puesta. El diseño de escenografía, vestuario y
producción están a cargo de Erika Gómez, quien detalladamente dota a cada
personaje de símbolos, texturas y colores, en conjunto el vestuario es una
postal que sintetiza los rasgos identitarios de los personajes. Le recomiendo
sentarse cerca del escenario para apreciarlo.
Por
otra parte, el videoarte de Miriam Romero construye
el ambiente y los espacios de la obra. En las diversas puestas en las que
colabora Miriam
queda claro que su trabajo como creadora es cada vez más sólido y en esta
ocasión la multimedia acompaña efectivamente a los personajes proponiendo
espacios y alimentando el universo de la obra que transita entre la realidad y
el pensamiento mágico. El Diseño de máscaras y utilería de Arturo Vega,
la Música original y diseño sonoro de José Luis Esquivel también son piezas
fundamentales en el discurso escénico.
Al
final de la puesta se integran textos originales de la actriz y escritora Stefani Izquierdo,
en esta ocasión la imagen es tan fuerte que la palabra dicha debilita el
discurso plástico que propone la obra.
Alma
migrante representa la primera coproducción de Latino Theater Company (LTC),
fundada en 1985, y dirigida por José Luis Valenzuela, con sede en Los Ángeles,
California, y la realiza en colaboración con Organización Secreta Teatro. Las
funciones se llevan a cabo en el Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado de la
Biblioteca de México. En octubre y noviembre Alma Migrante se
presentará en el Encuentro 2024 A National Theatre Festival que
se llevará a cabo en LATC en Los Ángeles.
Alma migrante de
Marisela Treviño Orta.
Dirección Rocío
Carrillo. Co- producción Organización Secreta Teatro y Latino
Theater Company (LTC).
Con
Mercedes Olea, Beatriz
Cabrera Tavares, Ernesto Lecuona, Alejandro Joan Camarena, Jonathan Ramos,
Stefanie Izquierdo, Brisei Pérez Guerrero y Paula Bucio en
las percusiones. Fotografías: Roberto Juárez.
Foro Polivalente Antonieta
Rivas Mercado, Plaza de La Ciudadela 4, Colonia
Centro, Centro, Cuauhtémoc, 06040 Ciudad de México. Metro Balderas.
Metrobús Balderas. Sábados y domingos 13 h, +14 y adultos. Hasta el 8 de
septiembre.
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