EntreActo
POR: Carmen Zavaleta
Una de nuestras imprescindibles es Susana Alexander no sólo porque se trata de una actriz con más de setenta años de carrera, también porque es una presencia respetada y querida por el público y el gremio. Actriz, directora y productora, su vida siempre ha sido la escena y su entrega al teatro en el que ha invertido todo lo humanamente posible; tuve la fortuna de trabajar con ella en una telenovela y recuerdo su entusiasmo por llevar puestas en escena en su camioneta a varias partes de la República Mexicana, aquella energía, el brillo en sus ojos para luchar por espacios escénicos entre llamado y llamado televisivo dejaban ver la fuerza de una mujer teatro.
Hoy Susana Alexander se despide de las temporadas teatrales con la puesta La
velocidad del otoño de Eric
Coble, traducida y adaptada por Guillermo
Weichers, dirigida y producida por
ella misma y en la que comparte la escena con Fernando Canek.
La obra es un relato sensible sobre la vejez y la
muerte: Alejandra una mujer de ochenta años se atrinchera en su
departamento en Polanco para evitar que sus hijos la lleven a un asilo. En su
casa es sorprendida por Carlos, uno de sus vástagos quien llega con la
convicción de sacarla de esas cuatro paredes. A partir de esta circunstancia se
entreteje una comedia en la que los protagonistas ponen sobre la mesa eso que
pocas veces vemos de nuestras madres: su ser completo. Es cierto, sólo las conocimos
como nuestras progenitoras pero antes de maternar ya tenían su personalidad,
deseos, anhelos, frustraciones y su vida como un tesoro que solemos
desvalorizar. Con el paso de los años hijas e hijos adoptamos el papel de las
madres y padres, sin preguntarnos lo que ellos desean y casi siempre optamos
por lo que a nosotros nos facilita la vida, todo esto se ve en la puesta.
Como directora Alexander subraya la humanidad de los personajes y sus excesos
para hablarnos de cosas tan duras como inevitables entre ellas la muerte, la
pérdida de facultades por la edad y la intolerancia hacia las identidades
sexuales para poco a poco llevarnos por un sendero teatral de complicidad y
profundo amor. En este viaje Fernando Canek es su hijo y fiel compañero de escena.
Al recordar el trabajo de Susana
Alexander en el teatro
podemos ver que ha tocado todos los temas posibles. la maternidad, la
menopausia, la enfermedad, el amor, la muerte, en suma, la vida. La velocidad
del otoño es una despedida recorrerla a su lado es una experiencia emotiva y
ante una vida dedicada al teatro sólo queda decir: Gracias.
La
velocidad del otoño de Eric Coble.
Traducción y adaptación: Guillermo Wiechers. Dirección: Susana Alexander. Con: Susana Alexander y Fernando Canek. Teatro Rafael Solana, Centro Cultural Veracruzano, Miguel Ángel de Quevedo
687, Coyoacán. Duración: 90 minutos. Adolescentes y adultos. Sábados 17h
y 19 h, domingos 18 h. Localidades: $798. Boletos en taquilla y
Ticketmaster. Hasta el 30 de junio. Fotografías: Carlos García.
En escena… Este domingo
termina la temporada de Marina e Isabel escrita y dirigida por Bárbara Colio y con las actuaciones de Carmen
Mastache y Ana Ligia García, la temporada se
realizó en el Teatro El Galeón. La obra plantea una premisa interesante: el encuentro entre Isabel La
Católica, directora de una empresa transnacional y Marina, Malinche, una obrera
que ha logrado ser la líder y traductora de los trabajadores que amenazan con
una huelga, poniendo al mundo en juego. Ana Ligia
García y Carmen Mastache dieron todo en al escena para crear esta relación imposible, la idea de
la obra es buena y ellas son extraordinarias, sin embargo; la dirección y
dramaturgia pasó por encima de su propia creación y se empeñó en mostrarse como
protagonista, un autogol para su relato que anuló a sus personajes.
Excelente recomendación, Carmen. Gracias
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