¡VIOLENCIA!

 EntreActo 

POR: Carmen Zavaleta 


 Salgo del teatro feliz, satisfecha, temerosa y convencida de que todas somos ¡Violencia!, sí, somos. Sé que una frase de este tamaño abre un sin fin de puertas que todas hemos cruzado, que nos permean cada día y de los cuales no hay que sentirse satisfechas, ni mucho menos felices, pero así me siento: pienso que todas hemos sido, somos o podríamos ser esa mujer que está a nuestro lado o delante de nosotras, mostrándose a calzón quitado y con los ovarios en la mano hundida en el dolor, en la ausencia de su amante y  en la relación con su madre; no es poca cosa, es el mundo entero.




La experiencia es el resultado de ver “¡Violencia!”, texto escrito por  Valeria Loera quien fue ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo Trejo 2020; actualmente la obra se presenta bajo de dirección de Diana Sedano y con integrantes de la Compañía Nacional de Teatro en La Gruta del Centro Cultural Helénico.

El montaje es excelente sin duda se debe a la conjunción entre la dramaturga y la directora, dos miradas jóvenes que nos adentran al desasosiego a partir del humor ácido, el absurdo y lo exacerbado del carácter de las y los personajes que abordan.

En la anécdota conocemos a “Violencia López” una mujer en los 30 años quien es abandonada por su amante y se sumerge en la soledad, la depresión y el encierro, mientras desea recuperar al que cree que es el amor de su vida.

Para presentárnosla, la primera imagen que vemos en la escena es a una mujer en camisón derrotada sobre la mesa de su pequeño departamento.  Ella es compositora, especialista en comerciales con un potencial detenido, tiene una hermana dedicada a tener hijos, una madre que explota su libertad sexual, un padre muerto y un exnovio que no entiende su forma de amar porque parece acoso.




Lo maravilloso del texto y del montaje es que para hablar de “¡Violencia!” en la escena conviven al mismo tiempo todas las identidades de la protagonista: la obsesivo compulsiva, la que come todo el tiempo, la que vive en la basura, la que nadie escucha nunca, la niña y hasta un demonio que hace que el fuego estalle.

Dramatúrgicamente crea una estructura en la que cada una de las voces tiene su turno para hablar (o cantar según sea el caso), dar su opinión y descalificar a la otra, así como nuestro pensamiento, igualito. Es muy claro que la protagonista está sola en la escena y que sus “yo” internos llenan el espacio para cuestionarla, condenarle, vivir atrapada en la nostalgia o para invocar a algún demonio, y la verdad ¿quién no ha sentido eso cuando está en soledad perturbade por algún mal de amores, sobre todo de amor propio?

A la par conocemos a la madre quien exige más de lo que su hija puede dar, al su padre ausente y a un muñeco sexual que terminará siendo…quien es. Cada uno nos recuerda que la violencia se gesta en la sociedad para travesar nuestros cuerpos y es capaz de dejarnos inmóviles.

Con estos elementos el sarcasmo no se hace esperar y se mantiene durante toda la representación, es notable el trabajo de Clown que se realizó con Artús Chávez para el montaje y el trabajo de caracterización y peinados de Gabriel Ancira (encargado de que “Violencia” se replique así misma en la escena de manera interminable), conformando un trabajo sólido, divertido, arrebatador y tremendamente seductor.

En las manos de Diana Sedano el texto se dimensiona. La directora nos propone un espacio diseñado por Anabel Altamirano e iluminado por Melisa Varish que representa el departamento de la protagonista. El lugar es dinámico y permite el juego entre los personajes a manera de orquesta:  aquí no hay protagonistas, cada actriz y actor construye el momento y su lugar: el baño, la basura, el refrigerador, la cama, todos los sitios íntimos que nos retratan tal y como somos.  Las actrices y los actores trabajan con rigor, generosamente y  sin reservarse ni una pizca de energía. El elenco refresca el trabajo de la Compañía Nacional de Teatro y nos acercan a ella ¡gracias!, y se elimina esta sensación de estar frente a una institución-- en otro tiempo- inalcanzable.

“¡Violencia!” nos recuerda que si duele no es amor de una manera inteligente y teatralmente contemporánea, presenciar la conjunción de las voces de sus creadores es un gozo. La temporada se lleva a cabo hasta el próximo 13 de diciembre.

 

En escena Este domingo en el marco del DramaFest se presenta “El siglo de las mujeres” con autoría y dirección de Raquel Araujo y las actuaciones de Silvia Káter y Liliana Hesant. La producción es de Teatro de la Rendija y Silkateatro y nos presentan la historia de dos profesoras de Motul, quienes emprenden un viaje en tren para llegar a Mérida y asistir al congreso convocado por el entonces gobernador Salvador Alvarado. Ellas conversarán y comentarán las ideas vertidas en los días del congreso y pasearán por algunos datos biográficos de mujeres como Elvia Carrillo Puerto y Felipa Poot. La función es en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky a las 18 h. Entrada libre.

 

 ¡Violencia!

De: Valeria Loera

Dirección:  Diana Sedano

Con: José Cavián/Jorge León, Mireya González, Ana Paola Loaiza, Miguel Ángel López, Dulce Mariel, María del Mar Nader, Gabriela Núñez, Cecilia Ramírez Romo, Óscar Serrano Cotán y Mariana Villaseñor.

Fotografías: Luis Quiroz/ Centro Cultural Helénico 

Foro La Gruta dentro del Centro Cultural Helénico. Avenida Revolución 1500, Guadalupe Inn.

 Martes 20:00 horas.

 Hasta el 13 de diciembre 2022.

Localidades : $155. Boletos en taquilla

90 minutos sin intermedio.

Adultos 

 




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