Kassandra

 EntreActo

Por Carmen Zavaleta


 

Uno de los grandes arribos a nuestra cartelera es el dramaturgo franco -uruguayo Sergio Blanco, caracterizado - entre otras cosas- por una propuesta teatral contemporánea en la que establece juegos de tiempo, identidad, territorios y autoficción. El teatro de Blanco hay que verlo, sin lugar a dudas; actualmente se encuentra en cartelera “La ira de Narciso” en el Teatro La Capilla y recientemente se estrenó “Kassandra” bajo la dirección de Luis Eduardo Yee, una puesta que no hay que perder de vista. 

Fotografía otorgada por producción
 


La obra está basada en el mito griego de “Casandra”, quien pidió al dios “Apolo”, le concediera el poder de la clarividencia. Una vez otorgado, “Apolo” declara su amor a la joven quien lo rechaza, él la maldice: “Casandra” conservará la clarividencia pero nadie creerá en sus vaticinios.

 

Con este material Blanco da forma a “Kassandra” un poderoso unipersonal que indaga en la ficción para presentarnos a una mujer trans, prostituta y migrante que nos cuenta su vida y la de su familia; integrada por aquellos griegos que van a Troya, que luchan con los dioses y que se guían por la carne, el deseo y el sexo, radiografías de nuestra identidad más salvaje. Pero el texto hace una apuesta mayor, originalmente está escrito en inglés precario y para montarla el autor exige que se respete su propuesta, dándole voz a una mujer que apenas habla un idioma que no es el suyo.

 


En la puesta que nos ocupa, “Kassandra” es interpretada por Emiliano Ulloa, un actor, músico y compositor que pone todas sus herramientas a favor de la construcción de su personaje, pues “Kassandra” es una presencia sutil y poderosa que marca su propio ritmo, su ser femenino, alguien que pareciera saber muy bien a dónde va. Una mujer trans, migrante, extranjera en la tierra que habita, quien ha adoptado el inglés como su idioma (porque no le quedó de otra), que conjuga mal los tiempos y viaja ligera porque no tiene en dónde echar raíces. Durante toda la presentación ella habla al público directamente, les invita un cigarro mientras, bolsa en mano, recorre una pasarela interminable. Para lograrlo, el diseño escénico de Fernanda García propone un espacio habitado por una tarima que asemeja un camino sin principio, ni fin y que perece inalcanzable, una metáfora de la vida de la protagonista, pues “Kassandra”, es extranjera en todo sitio, excepto en su cuerpo y es lo único que lleva consigo a todos lados; lograrlo le ha costado enfrentamientos con su madre, alianzas con su familia, placer y dolor.

Uno de los aspectos más interesantes y disfrutables de la puesta es que el idioma no es un obstáculo, pues la interpretación está plagada de intenciones que permiten relacionarse con el personaje a un nivel sensitivo.

 

Así en el montaje, el espacio, el idioma y el personaje se conjugan sin problema, gracias a la mirada de la dirección que trabaja cuidadosamente para acotar el lugar de la acción y el tiempo; un ejemplo claro es el inicio, durante varios minutos “Kassandra” se dirige al público con una luz general, el tiempo suficiente para dejar claro que toda la representación se llevará a cabo en inglés, una vez establecida la convención y ya que nos hemos familiarizado con la propuesta, la iluminación cambia creando una atmósfera íntima en la que se empieza a construir la empatía con nuestra guía de viaje.

 

El diseño sonoro a cargo de Xico Reyes, juega un papel fundamental, por un lado crea las atmósferas adecuadas para el recorrido emotivo de la protagonista y por el otro incluye música de los años setenta y ochenta que establece puentes con nuestra memoria, recuerdos  e historias de vida propias, ¿o a quién no le salta el cuerpo cuando escucha “Dancing Queen” de ABBA? (grupo que por cierto este mes lanzó su nuevo material musical tras cuarenta años de ausencia, con relación a la puesta, me parece una increíble coincidencia de lo cíclico y la actualidad de los discursos artísticos y la manera en que se reinterpretan). La música es una delicia y más allá de las preferencias personales dispone a las y los espectadores a acompañar a “Kassandra” por su recorrido, aún antes de que empiece la función. 

 

La producción de la puesta es de Matryoshka Red Creativa en coproducción con La Máquina del Tiempo y Paola M. Salguero con el apoyo del programa EFIARTES.

 


En conclusión, es evidente que el montaje es el resultado del trabajo en equipo, comandado por el buen ojo de Yee, quien establece un diálogo efectivo con la dramaturgia de Sergio Blanco. El director continúa indagando sobre la identidad sexual y la pertenencia (recordemos “Acá en la tierra” la obra para jóvenes audiencias de su autoría). “Kassandra” es una metáfora del exilio, de la soledad, del no pertenecer y de la lucha constante para construir territorios con lo único que nos pertenece: nuestro cuerpo.

 

Kassandra

de Sergio Blanco.

Dirección Luis Eduardo Yee

Con Emiliano Ulloa

 

 

Ficha artística

Dramaturgia: Sergio Blanco| Dirección: Luis Eduardo Yee| Intérprete: Emiliano Ulloa| Diseño escénico: Fernanda García | Diseño Sonoro: Xico Reyes| Producción: Alejandra Aguilar |Asistencia de diseño escénico: Cynthia Herrera| Asistencia de producción Elizabeth Pedroza| State manager: Carolina Villamil | Comunicación: Yuly Moscosa| Diseño: El cuarto propio| Contenido audiovisual: La máquina del Tiempo| Contenidos de RRSS: El cuarto propio| Prensa: Sandra Nárvaez| RP: Entretanto comunicación| Producción general: Matryoshka Red Creativa| Coproducción: La Máquina del tiempo y Paola M. Salguero.

 

 

Foro Shakespeare.

Zamora 7, colonia Condesa.

Del 6 de septiembre al 9 de noviembre con funciones los lunes y martes a las 20:30 horas.

Costo del boleto es de $250 y se puede adquirir en la taquilla del recinto y en

https://boletos.shakespeareycia.com/Kassandra

 

 


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