Disfruto la función por Dalia de León
POR: Dalia María Teresa De León Adams.
Respecto a esta puesta en escena quisiera iniciar
exponiendo un poco sobre la artista plástica impresionista Camille Anastacia Kendal Maria Nicola Claudel
nació en Fère-en-Tardenois, Francia el 8 de diciembre de 1864. Fue una
escultora considerada también como perteneciente al movimiento artístico
simbolista, muy reconocida post-mortem.
Respecto a su vida, ésta fue difícil por comportarse
libremente ante sus inquietudes y deseos, lo que la llevó a ser rechazada tanto
por su familia, como por la sociedad entonces llena de prejuicios en que le
tocó vivir.
Sus obras maestras hoy en día se encuentran en la
Galería de Arte en Bremen y en el Museo Nacional de las Mujeres en Alemania.
Entre sus obras más famosas se encuentran “Joven con una gaviota”, “Las
hambrientas”, “El gran vals”, “La edad madura” y “La pequeña castellana”.
El encuentro con el destacado escultor August Rodin de 43 años con Camille Claudel a la edad de los 19, terminó
siendo una relación amorosa que duraría 15 años. De él recibió gran influencia
tanto en técnicas como en temática artística. Otro de los amantes de Camille Claudel sería el también destacado
compositor, Claude Debussy.
Todos estos pormenores y más son expresados con gran
plástica actoral, bajo un toque de elegancia, en la puesta en escena ejecutado
por la actriz Yuriria Fanjul quien
nació en México dentro de una familia de artistas, realizó sus estudios en
Londres. Yuriria Fanjul aparece en
escena caracterizando el rol protagónico Camille Claudel.
Ello bajo la dirección escénica del director Diego Vázquez la puesta en escena unipersonal se
presenta bajo un interesante monólogo de índole biográfico, aún cuando mantiene
la técnica de un drama propuesto bajo un doble final.
La talentosa actriz Yuriria
Fanjul interpreta Camille Claudel expresándose en diversos
momentos escénicos de la obra en un perfecto francés, lo cual le infiere a la
obra teatral, mayor credibilidad en cuanto a la interpretación del personaje
que como a-priori menciono, fuera oriunda de Francia.
Ésta puesta en escena, aún siendo unipersonal, como
comúnmente suele suceder la actriz caracteriza a la vez a diferentes personajes
secundarios, dándoles vida al modular tanto su voz, como sus movimientos
corporales en las escenas que lo precisan; de dicho modo es como deja ver claro
al público los cambios a representar.
La trama ventila las críticas de las que
constantemente fue victima, así como las relaciones con otras personas que Camille Claudel
tuvo y, que fueron de trascendental importancia en su vida, como lo fueron con
su amoroso padre, su madre inflexible y, la osca relación que sostuvo con su
hermano Paul Claudel, quien, por cierto, trascendería en la historia del arte,
como un gran escritor francés.
La obra también tiene un dejo de modernidad que se
observa en la dirección artística de Diego
Vázquez, al introducir, por ejemplo, un micrófono a mitad de la obra
en el cual la actriz habla simulando las voces del Rodin y Camille, o la
presentación artística del desnudo del torso de la protagonista, a media luz,
que le da un toque de belleza y elegancia.
También la actriz Yuriria
Fanjul interactúa en algunas ocasiones con el público, rasgo
vanguardista que rompe la estructura clásica de la interpretación de una obra,
para sacudir al espectador, quien comúnmente se mete en la temática, al cual
hace consciente de que tan sólo se encuentra presenciando una interpretación
artística en el teatro.
Finalmente comentaré qué ésta puesta en escena está
montada en un sólo acto y cuadro escenográfico a cargo de Edita Rzewuska, en el cual se observan grandes
telares blancos que, con el efecto de la iluminación, cambian de tonalidad.
La obra Camille Claudel ya había sido anteriormente
presentada en el Teatro “La Capilla en el sur de la Ciudad de México, y ahora a
partir del día 30 de octubre Usted la podrá ver en el Teatro Benito Juárez de jueves a domingos.
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