1521: LA CAIDA

 DISFRUTO LA FUNCIÓN CON DALIA DE LEÓN

POR: Dalia María teresa De León Adams.

 

Viniendo a colación con los quinientos años, de haber acontecido la conquista en 1521 de las tierras mexicas bajo la batuta de Hernán, Cortes quien arribase a tierras mexicas (1519) por mandato de la corona de España regida por el rey Carlos V, es qué David Olguín, dramaturgo y director artístico de la puesta en escena 1521: La caída se diera a la tarea de presentar diversos monólogos acerca de LA CAÍDA de la gran Tenochtitlán (altépetl azteca 1325-1521) lugar en el cual, dicho sea de paso, se construiría la Nueva España como sede del virreinato peninsular español establecido.




David Olguín, como corresponde a un hombre culto e inquieto por el acontecer de su pueblo, basó sus estudios en los pormenores a-priori y a-posteriori de dicho crucial encuentro, entre dos civilizaciones y razas diversas que unieron sus destinos justo en 1521.

De dicho modo bajo la pluma de David Olguín, veintiún exquisitos monólogos surgieron como producto de los diversos testigos seculares del acontecer histórico manifiesto.

Me refiero con dichas palabras a que el autor, bajo el intento de precisar a los distintos personajes de dicho episodio histórico, se introduce bajo la piel para tratar de indagar más allá de lo evidente y, con ello, construir la psiquis de cada uno de ellos a manera de ficción.

Así es como cobra vida en el escenario Mademoiselle Lézard quien intenta indagar acerca del brote de epidemias o de enfermedades sufridas; o bien, la voz profetizante de un elocuente chama o brujo mexica quien pronostica la inminente caída de su pueblo; o la novia de un hidalgo español cuyo compromiso ante tal hallazgo se ve en peligro de rompe, o finalmente el juicio emitido por el pensamiento de una yegua llamada “Rabona” cuyo jinete fuese el español Don Cabeza de Moro.

Éstos cinco monólogos forman parte de la primera representación teatral en uno de los foros del Teatro “El Milagro” en cuyo programa encontramos de manera escrita:

-“A 500 años de la caída de la gran Tenochtitlan, contamos desde los augurios de la llegada de los españoles hasta la rendición de los mexicas el 13 de agosto de 1521. Veintiún voces en contrapunto-personas-personajes históricos y de ficción-dioses y animales- conforman el fresco de aquel encuentro brutal. Su drama intimo, hecho de carne y hueso y anhelos y torturas interiores, acciona en un devenir colectivo. ¿Conquista o rebelión de pueblos originarios contra el imperio que los sojuzgaba? ¿Encuentro o genocidio? ¿Vértigo sagrado o la más estúpidas de las supersticiones? ¿Hasta que por fin vino alguien a descubrirme? ¿Lo que pasó está pasando? Reflexión, ideas, pasiones y vidas reales e imaginarias caminan en el filo de la espada y en los filos de la obsidiana. Aquí hay, pero ante todo vida y diálogo y confrontación con el presente. La historia se encarna en escena. El presente de la acción nos hace imaginar que aquello pudo ocurrir de otra manera y ante todo, que en 1521 se puede recordar y pensar de manera distinta en nuestros días.

Le comento qué 1521: La caída en su primera parte, se programaron para ser representados (bajo el rublo de unipersonal) del 12 al 15 de agosto; la segunda parte del 19 al 22 de agosto; la tercera del 26 al 29 de agosto y; la cuarta parte del 2 al 5 de septiembre.

Monólogos amenizados con la música de autores “Anónimos del siglo XVI y de diversos cancioneros seculares de manera fragmentada, que hacen que el espectáculo unipersonal adquiera la ambientación idónea, bajo la propuesta escenográfica y de iluminación de Gabriel Pascal, así como el diseño de vestuario y utilería de Laura Martínez Rosas.

En la obra actúan Laura Melo, Jorge Ávalos, Gutember Brito, Antonio Craviotto, Silvia García, David Hevia, Daphne Keller, Patricia Loranca, Sofía Gabriel Luna, Grissel Ocampo, Emmanuel Pavia, Elizabeth Pedroza, Mauricio Pimentel, Kira Rodríguez, Omar Silva, Elías Toscano, Raúl Villegas, Stefanie Weiss y Sergio Zurita.





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