Disfruto la función por Dalia de León

TELCEL/TEXAS

POR: Dalia María Teresa De León Adams.

 

Obra teatral que pertenece a un género difícil de digerir, pues carece de una cronología lineal; es decir qué existe el juego de la temporalidad con el que el autor realiza un ensamble entre las escenas, otorgando con ello cierta coherencia en dicho estilo, a manera de empalme.




Sin embargo, de manera metafórica argumentaré qué cuando se le encuentra el gusto a éste tipo de dramaturgias, suelen ser como ése saborcito picante, que finalmente acaba por atraparnos.

Dramaturgia escrita por el neerlandés Jibbe Willems (nacido en 1977) bajo la traducción de Olinda Larralde. Es un montaje escénico de la Compañía “Lazuli Teatro” bajo la dirección escénica de Gabriela Ochoa, el cual está conformado por el reparto estelar integrado por Enrique Areola, Romina Coccio, Olinda Larralde, Mahalat Sánchez, Ricardo Rodríguez y Sergio Solís, quienes logran inferirle a sus personajes una gran plástica actoral, pues trasmiten al espectador la emotividad requerida el desempeñar sus roles.

La trama es llevada a escena con base en simbolismos matizados bajo la carencia existencial. Sus personajes se desenvuelven en un ambiente semi-oscuro con apariencia de encontrarse entre neblina, que su escenógrafo y su tramoyista logran inferir en el único cuadro escénico en donde se desarrolla la trama, en la cual por cierto, aparecen juntos los actores en su mayoría, durante todo el tiempo escénico de la obra.

De dicho modo, los personajes un tanto lejanos o, ausentes unos de otros, se presienten, sin ser percibidos a ciencia cierta al emitir sus propios diálogos que parecieran faltos de interés o incomprensibles.

Ello entre frases repetitivas que identifica a cada uno de sus personajes, como el del hombre fallecido que se desplaza periódicamente entre todos los personajes con un monólogo sustentado en la frase –“Morimos cuando nacemos.”- O bien el del personaje de un joven pariente del fallecido (Oscar, su hijo) quien continuamente dice –“¿Hay alguien aquí?”- o el de la viuda quien demanda continuamente a su descendiente –“Abrázame”.

Otra historia aparente se liga de alguna manera; el del hombre del funeral, quien aparece dentro de una pequeña vivienda en ruinas obsesionado con las fallas de su televisor y, quien continuamente hace mención del abandono de su esposa; ésta metida en su propio mundo rodeado de angustias, hace pensar al espectador en su posible desaparición tras de algo que pudo ser un accidente o bien, un suicidio; en fin.

Sin embargo, frente a su esposo, parece no reconocerlo, aún cuando admite el hecho de haberlo conocido alguna vez. Ello es una constante en la obra, pues todos los personajes se encuentran y se escuchan, sin realmente oírse.

La trama tiene como referente la época actual en la ciudad fronteriza occidental de Texas, por lo cual el título enmarca de manera medular, el lugar de la trama, qué se desarrolla en la época contemporánea en la zona fronteriza.

En cuanto a TELCEL/TEXAS, la palabra “Telcel” hace un poco referencia y un poco mofa de la rapidez del servicio, qué empero, en la trama no es tal cual, pero sí en cuanto a la efectividad de la rapidez en que los hechos son presenciados, en el drama vanguardista.

La obra se presenta en el foro “El Galeón Abraham Oceransky” del Centro Cultural del Bosque como parte de “Volver AVerte” a través del INBAL y la Coordinación de Teatro. Ello hasta el día 16 de mayo, en funciones nocturnas de fines de semana. 




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