DISFRUTO LA FUNCIÓN POR DALIA DE LEÓN


POR TEMOR A QUE CANTEMOS LIBRES

Por: Dalia María Teresa De León Adams.

Espectáculo unipersonal de Felipe Rodríguez bajo la dirección artística de Nora Manneck y la actuación estelar de Lizeth Rondero, que se ha estado presentando en el teatro El Granero Xavier Rojas



En el monólogo se cuenta con la presencia en el piano de Alba Rosas, colaboración muy importante, pues la actriz protagónica interpreta diversas canciones con un buen colorido de voz y gran sentimentalismo.

De dicho modo con sus cantos tanto ameniza como  acompañan a la narrativa, en las distintas historietas y caracterizaciones durante gran parte del transcurso del tiempo escénico. Esto gracias a las composiciones musicales de Omar Guzmán y a los arreglos incidentales de Alba Rosas.

La fantasía e imaginación de Felipe Rodríguez lleva a presentar como producto de la ficción a una mujer de la vida galante, una asesina, una dama de la época inquisitoria, una panadera y una divorciada; personajes muy bien caracterizados gracias al talento histriónico de la joven actriz.

En la trama Lizeth Rondero narra e interpreta a cinco diferentes historias de mujeres en distinta época y diferentes stratus sociales, las cuales tienen en común el padecer vidas difíciles y el de ser consideradas ante la sociedad, como poco elocuentes o cuerdas, ante el hecho irrefutable de pertenecer al sexo femenino. Aspecto que le otorga a la dramaturgia cierta dosis de pro-feminismo. Al respecto y, como se lee en el programa de mano, se dice:

- Una cantante nos cuenta la historia de cinco maravillosas mujeres, tachadas de locas y encerradas en la lóbrega fantasía de cómo ser mujer. Cinco monólogos con canciones al piano servirán para narra sus cautiverios dónde “elegir otro modo de ser” es la única forma de libertad posible.-




Estas son unas de las frases propuestas por “El Teatro de los Sótanos” quienes presentan esta interesante propuesta escénica montada en tan sólo un solo acto y, un cuadro escénico, en donde aparece un mueble con apariencia de una gran caja de madera, la cual es manipulada por la misma actriz, dándole diversos usos y apariencias, durante la narrativa de cada monólogo.
El vestuario suele ser diferente en cada monólogo, cambios fáciles de lograr que la actriz va efectuando sin dejar de narrar, bajo la propuesta de los diseños de Giselle Sandiel.

Por otro lado mientras actúa, la actriz invita a algunos de los espectadores a colaborar en el montaje, haciendo con ello un espectáculo interactuado en algunos momentos escénicos, hecho que le infiere además cierta gracia en la actuación.

Por temor a que cantemos libres se presentará solamente hasta el 9 de junio de jueves a domingos en el Centro Cultural del Bosque bajo la producción del INBA y la Secretaría de Cultura en la Ciudad de México.

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