Pablo Perroni destaca por su buen trabajo actoral



DOGVILLE

A está alturas mucho se ha escrito sobre la puesta en escena de Dogville, así  que quizá cualquiera de esos textos deban ser consultados para animarse a ver la obra.

La versión de Dogville que se presenta en el Teatro Helénico, aparentemente, tiene tres graves problemas. El primero está en la adaptación. Más que una adaptación lo que hace Miguel Cane es una adecuación al formato. De manera errada se ha planteado que la película de Lars Von Trier es “muy teatral”, si se mira bien es fácil sentir que tiene un lenguaje absolutamente cinematográfico, si bien para el formato es bastante atractivo la ausencia de realismo en los espacios, eso no le da un carácter teatral. La adaptación de Cane es pobre en tanto la asimilación que la escena puede ofrecer ya sea al relato, a los personajes o la perspectiva autoral.

Fotografías otorgadas por la compañía


El segundo problema, desde cierta óptica, está en la dirección a cargo de Fernando Canek. Su propuesta está hecha para que el público verifique lo que ya vio en la película, no queda claro el porqué de la imitación fiel al filme más allá de no alterar la lectura de quien ya vio la película, pero ¿dónde está la propuesta de dirección? Su visión única. Si el ejercicio o la propuesta fuera resolver en escena una obra cinematográfica habría algo de riesgo y por lo tanto de interés, pero no es así. Evidentemente debe resolver los puentes entre escena, los momentos colectivos, pero todo tiene una sensación de tibieza. 
El tercer problema está en el trabajo de Ximena Romo. Nunca está a la altura del personaje, gran parte del tiempo que está en escena mantiene un tono monótono, los estados emotivos nunca van más allá de la palabra y eso debilita el trabajo actoral de sus compañeros, como si temieran exponerla de manera más grave.

Fotografías otorgadas por la compañía
Sin embargo, quien destaca por su buen trabajo actoral es Pablo Perroni. La limitante expresiva de su personaje le sirve para trabajar la contención y, por contradictorio que parezca, es sumamente expresivo desde los estados que atraviesa “Chuck” Tiene matices que rompen la línea unidireccional que tienen los demás personajes.

Si lo que se desea es verificar en escena la propuesta de Lars Von Trier esta producción de Cortejo Producciones y Manderley Teatro es la opción, de lo contrario, al asistir al Teatro Helénico para ver Dogville quizá sea conveniente que reduzca sus expectativas..

Lunes a las 20:00 Hrs. en el Teatro Helénico 
Revolución 1500

Realizado por Luis Santillán 
28 de noviembre de 2018 

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