Nuestros males y alegrías: la familia.

VILLA DOLOROSA. 
TRES CUMPLEAÑOS FRUSTRADOS 

Es inevitable, cada vez que escucho que un texto dramático que voy a ver montado es la adaptación de alguna de las grandes obras teatrales de la historia, me pregunto las razones por las que un dramaturgo decide trabajar de esa manera. Sin duda, partir de una estructura que ya ha sido probada y que es eficiente podría ser una garantía, pero estoy segura que se necesita más: atreverse a dar un nuevo tratamiento a  un argumento probado requiere de una mirada aguda; la dramaturga alemana Rebekka Kricheldorf la tiene, y ¡qué bueno!, gracias a dios, al oficio y por nosotros, porque la autora decidió retomar Las Tres Hermanas de Antón Chejov para darle forma a Villa Dolorosa, tres cumpleaños frustrados, un relato sobre las pretensiones, los sueños y el amargo sabor de no cumplirlos.

Fotografía Alfredo Millan


La obra llega a nuestros escenarios producida por Perra Justa Producciones, Caja Negra Producciones y Teatro del Mundo y cuenta con las actuaciones de Mahalat Sánchez, Daniela Zavala, Renata Wimer, José Carriedo, Sheila Flores y Salvador Hurtado, bajo la dirección de Silvia Ortega Vettoretti.
Fotografía Alfredo Millan

El pasado mes de junio terminaron su primera temporada. Una noche después de la función Daniela Zavala comentó al público que se trata de un proyecto que buscaron levantar durante varios años; yo le digo a Zavala que la espera valió la pena, pues el resultado es una puesta en escena que involucra a los espectadores al dar en el clavo de nuestros males y alegrías: la familia.
La anécdota está ubicada en nuestros días, los hermanos Olga, Masha y Andréi, se reúnen para celebrar el cumpleaños de Irina, su hermana menor, la fiesta resulta todo menos una celebración.

Fotografía Alfredo Millan

En la reunión quedan al descubierto la gloria pasada y las aspiraciones de los hermanos, quienes crecieron abrigados por la fortuna de la familia. Confiados y sin mayores aspiraciones que mantener su nivel de vida, se enfrentan a la terrible realidad, la herencia se ha terminado.
El texto -que se nos presenta con una buena traducción- nos deja ver claramente el deseo de cada uno de los personajes y  sus grandes obstáculos: la soledad y el deber ser.
Rebekka Kricheldorf pone en paralelo a sus protagonistas con los creados por el gran Chéjov (ciertamente un atrevimiento con buenos resultados), conocemos a la hermana que detesta su matrimonio y tiene la oportunidad de tener una aventura; la hermana que es el sostén económico de la familia, que odia su trabajo como maestra, es nombrada directora y quiere renunciar; la hermana joven que salta de una carrera a otra y termina por pensar que una relación amorosa es su salvación  y el hermano que sueña con ser un artista…pero sólo lo sueña.

Fotografía Alfredo Millan
La acción se desarrolla al interior de la casa familiar, una construcción en decadencia que tuvo años de gloria y que es la metáfora de sus habitantes que se caen a pedazos y no hacen nada por evitarlo. La directora logra mantener el carácter y ánimo de los personajes, que se ven arrollados con la presencia de un amigo de la familia y la llegada de la cuñada, quienes rompen el estatus quo.
En resumen, se trata de una puesta en escena consecuente con el texto  y que, además, nos regala una dosis de ironía que, al final, nos deja disfrutar de los cumpleaños por muy frustrados que estén.
 Villa Dolorosa se presenta los jueves y viernes a las 20:00 hrs. en la Teatrería ubicada en Tabasco no. 152 Col. Roma Norte 

Realizado por Carmen Zavaleta
Domingo 18 de noviembre de 2018


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