Doce puestas en escena, tres propuestas invitadas, tres talleres y una mesa redonda

DE LA MUESTRA DE TEATROS DE LA CDMX, SANTOS Y MONOSABIO

Esta semana arrancó la Muestra de Teatro de la Ciudad de México 2018. Teatro Comunitario, encuentro que celebro y aplaudo por el esfuerzo que requiere, la respuesta que ha tenido del público, porque el evento se lleva a cabo de la mano con Teatro en Plazas Públicas, Teatro en Tu barrio y juntos aglomeran una oferta escénica (en el caso de Teatro en tu barrio danza y teatro), sólida que llega a varios espacios de nuestra enorme urbe.

Y es que el Sistema, encabezado por Ángel Ancona, está cerrando fuerte, todo el año ha llevado a cabo actividades que celebran. Ahora calientan motores para recibir por primera vez la Muestra Nacional de Teatro en noviembre, será muy interesante ser testigos de la realización de un evento que requiere una logística impresionante y un esfuerzo del equipo humano que aquí, estoy segura no faltará, 

Volviendo a la Muestra de Teatro de la Ciudad de México desde la convocatoria se propuso reunir diferentes voces sobre el hecho teatral, buscando la inclusión y el desarrollo comunitario.  El resultado fue una programación de 12 puestas en escena en competencia (una de ellas será elegida para representar a nuestra ciudad en la Muestra Regional de la Zona Centro), tres propuestas invitadas, tres talleres y una mesa redonda (Escena sobre el Asfalto: Reflexiones en torno al teatro comunitario en la Ciudad de México). La Muestra de Teatro de la Ciudad de México 2018 cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, a través de la Dirección de Vinculación Cultural y el Instituto Nacional de Bellas Artes.




Les escribo sobre dos obras que integran la programación y me parece representan muy bien parte del espíritu de la Muestra: reunir el trabajo de actores  con una larga, probada y excelente trayectoria y de grupos que empiezan a encontrar su voz, ¡es excelente! porque justo de esas propuestas, de esas comunidades, está hecho nuestro panorama escénico, bravo por el Sistema de Teatros que nunca lo pierde de vista y abre puertas que en otras instancias están cerradas.

La primera es Todos Santos de Mónica Perea, dirigida por Sixto Castro y protagonizada por Marya Sérbulo. El monólogo presenta a María oaxaqueña, llena de sangre y dolor. Ella llega de su pueblo y se gana la vida como empleada doméstica en la ciudad, antes de regresar a su tierra a celebrar la fiesta de Todos Santos, nos cuenta su vida. A través de la voz y los ojos de María (re) conocemos el dolor, la violencia, las muertes, la guerra silenciosa que nos arrasan y que solemos ignorar por estar lejos del centro. El relato es arrebatador y en la puesta en escena podemos ver cómo se conjugan la voz de la extraordinaria Mayra, su técnica corporal (que incluso ya dio lugar a su primer libro), las palabras de Mónica que supieron dar excelente cause a las inquietudes de la actriz y la propuesta  de Sixto Castro quien con este trabajo se aleja de la acción a partir del espacio escénico (como suelen ser sus montajes) y se centra en la dramaturgia y la voz de la protagonista. Todos Santos se estrenó el año pasado, la verdad merece muchas más temporadas en le CDMX, es el tipo de trabajos que nacen de preocupaciones de una comunidad y sus circunstancias; además de tratarse de un montaje donde podemos ver a Mayra Sérbulo una de las actrices comprometidas con la identidad, el esfuerzo, el trabajo y la honestidad escénica.

La siguiente puesta  es Todavía tengo mierda en la cabeza de Bárbara Perrin Rivemar, bajo la dirección de Manuel Cruz Vivas y con la Compañía Monosabio. En la anécdota Janis lucha por sacar la mierda que Alberto, su novio, ha dejado en su cabeza por una relación destructiva como pocas.

Con sólo un año de vida, la compañía Monosabio está en la búsqueda de su propio lenguaje y Todavía tengo mierda en la cabeza es una buena carta de presentación, a los actores Belén Mercado, Edgar Landa y Emmanuel Lapin se les nota el entusiasmo y  eso siempre se celebra. De los tres Belén Mercado sobre sale con su trabajo, construye a una buena Janis y aunque tiene momentos en lo que la emoción se confunde con el grito (bastante común en los jóvenes directores y actores), su trabajo nos deja ver que estamos ante una actriz que llegará a un muy buen lugar en su carrera.

Todavía tengo mierda en la cabeza se presentará el sábado 4 de agosto en el Foro A poco No , República de Cuba no. 49, a las 19:00 horas. La entrada es libre. Celebremos.

Realizado por: Carmen Zavaleta 
29 de julio de 2018 


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