Visceral. Una ola inmensa de emociones


 “Yo vivía para hacerle compañía cuando volaba”

Adrián Vázquez, autor y director de Visceral, logra nuevamente cautivar al espectador con el toque irónico que inyecta a sus obras sobre una dolida realidad mexicana. El texto de este monólogo no es la excepción de su marca personal: nos lleva del sufrimiento a la risa, de la confrontación a la esperanza. Inteligentemente nos permite parar, gritar, llorar sin prejuicios las penas que aquejan al ser, no para mortificarlo, sino para demostrar que la belleza de la vida se encuentra en pequeñas acciones como una palabra y una mirada de gratitud, un adiós a tiempo, una mano de confianza o un abrazo de consuelo.

Y de esta manera, como una ola inmensa de emociones, vemos a Verónica Bravo –quien da voz a la protagonista de la historia– como una mujer a quien las circunstancias la han convertido en un ser duro, con una negativa rotunda de amar y sentirse amada, no es que no quiera, es que los patrones que ha tenido  no han sido los mejores ejemplos: el matrimonio fracasado de sus padres, la desunión familiar y el “amor de su vida” que no es más que un hombre ruin que la violenta constantemente desde lo psicológico hasta lo sexual.

En un escenario casi vacío, acompañada de un sillón y una lámpara, ambos objetos de color rojo, (tonalidad asociada al coraje, a la pasión), la actriz explota su talento artístico, logrando transmitir esa intensidad que emana de las entrañas por una caótica ciudad en donde todos imponen su ley –por mínima o máxima que sea la razón por la que pueden sentirse superiores–, las enfermedades que consumen dolorosamente, tal como a su madre, que se extingue por un cáncer; el acoso sexual e incluso una violación.

Tras la serie de infortunios y un significativo encuentro, ella logra conectar la parte emocional con el raciocinio, aprende a hablar para ser escuchada, porque la vida no se trata de ignorar, mucho menos de lastimar, sino de comunicar para vivir en perfecta armonía, esa, que hasta la fecha, seguimos buscando y puede ser la cura a muchos males sociales.

Visceral se acerca a la recta final. Presenta su última función este domingo 25 de marzo a las 18:00 horas en el Teatro La Capilla (Madrid 13, col. Del Carmen, delegación Coyoacán). Los boletos tienen un costo de $300 entrada general, en la taquilla del recinto o a través de 
https://teatrolacapilla.boletos.redticket.com.mx/entradas/es/entradas-teatro-visceral



Fotografías de Daniel Paniagua
Realizado por Adriana Jiménez



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