La intervención de Verónica

Martín Zapata es el autor de La intervención de Verónica. El texto tiene la estructura clásica de planteamiento/presentación, desarrollo/nudo y desenlace. En el planteamiento se conoce a las huérfanas que integran a “Las Audaces” y a la profesora de Biología e inglés, así como a Don Tomás; en el desarrollo se efectúa el plan que la profesora Verónica les propuso; en la tercera parte las consecuencias ocurren. Hay un momento en la parte final del planteamiento que da la promesa de poseer un elemento muy atractivo: Verónica como la encarnación de las Erinias (personificaciones femeninas, en la mitología griega, de la venganza); lo atractivo radica en que podría desarrollarse un estado donde la realidad es alterada y las acciones bien serían actos humanos o consecuencias de violentar el cosmos, sin embargo la promesa es falsa, el “dobles de realidad” nunca se da. Hay un momento donde la sutileza tiene la posibilidad de estar, cuando Don Tomas entra en estado de frenesí, pero tampoco conduce a algo que repercuta en el texto. Y ese es el mayor problema que tiene la dramaturgia, el efecto de “sorprender” que eligió el autor es tan pesado que la posibilidad de que algo ocurra se anula, desde el planteamiento es claro qué une en realidad a “Las Audaces”; aun cuando la profesora susurra al oído su plan se escucha a gritos por lo obvio del planteamiento; todo ocurre sin giros ni sorpresas.
Zapata plantea que, en el campo de la dirección, “la puesta en escena es realista, pero el desenlace `insólito`” Y es difícil entender a qué se refiere. Los elementos de la obra no están en el territorio del realismo, su elenco está muy desfasado en tanto las condicionantes que requiere el realismo, el trazo cuida la cuarta pared con rigor rompiendo el naturalismo de las relaciones espaciales, pero la mayor duda es sobre lo `insólito` David Hevia hace a de Don Tomas, sin el menor esfuerzo consigue que el personaje tenga la complejidad requerida. El resto del elenco está muy desequilibrado; por una parte Estefanía Ahumada y Dalia Balp logran que sus personajes sean constantes en la construcción, los perfilan según la edad y acciones que marca el texto, tienen momentos alimentados emotivamente; en la otra parte están Sandra Campuzano y Katia Lagunes quienes generan muchas dudas sobre las herramientas que poseen, sus parlamentos carecen de apropiación, en ningún momento es verosímil la edad que se supone tiene el personaje, su actuación nunca va más allá de la forma.
Quizá sólo fue una mala función la del viernes 23, quizás el proceso no pudo tener el tiempo necesario y muchas cosas que parecen carencias en el reparto se enmienden para las siguientes funciones, quizá no se logra la comunicación entre el director y su elenco, e incluso no se da entra autor y director (aun cuando es la misma persona); lo cierto es que algo provoca que esta puesta en escena naufrague. La estructura y los elementos remiten a la película Hasta el viento tiene miedo de Taboada y quizá lo que Zapata quería era contrapuntear esa línea soporte. Quizá lo `insólito` está en que el comportamiento depredador del hombre es sólo producto del hombre, que la venganza no requiere de las Erinias ni de apariciones. Quizá La intervención de Verónica tiene una lectura que otro espectador más sensible pueda leer correctamente. La intervención de Verónica Teatro el Galéon / Centro Cultural del Bosque, metro Auditorio. Jueves y viernes 20:00 horas, Sábados 19:00 horas, Domingos 18:00 horas. Boletos: $150.Gente de Teatro $45 / Jueves al Teatro $30 / Viernes al Teatro en Bici $45. Descuento maestros, estudiantes e INAPAM, 50%. Realizado por Luis Santillán

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