El hombre detrás de la puerta
Fernanda del Monte es una mujer de teatro
que transitó de la escena a la dramaturgia y a la investigación. Observadora de la teatralidad ha transformado
su presencia en un vínculo entre la creación y los diversos ámbitos para su
representación; sin limitarse a un espacio convencional, un ejemplo son las
creaciones en las que ha participado como el III Encuentro Interescénico “Accionar
a la distancia” con investigadores de Brasil, Ecuador y México. Este mes tiene
en puerta el I Encuentro de Estudios Críticos del Teatro Del actor dramático al
performance que se llevará a cabo del 27 al 29 de octubre en el Centro Nacional
de las Artes, habrá que poner ojo en las reflexiones que ahí se den.
Antes
de que llegue la cita, tenemos la oportunidad de ver en escena uno de los más
recientes trabajos de Fernanda El hombre
detrás de la puerta bajo la dirección de Américo del Río. La puesta es un intento por llevar a escena las
reflexiones de la autora en torno a la crisis nacional, las desapariciones
forzadas, la búsqueda de los sueños de plenitud económica y la corrupción.
Gran
reto porque la escritura de Fernanda nos lleva a través de caminos entre
cruzados, que permiten diversas lecturas.
En
El hombre detrás de la puerta los
protagonistas son un grupo de jóvenes que se han manifestado contra el estado,
encerrados, no saben quién o quiénes son sus verdugos y se encuentran en
peligro. El grupo comparte la escena con un matrimonio que decide cruzar la
frontera en busca de una vida mejor, dejando atrás a sus hijos. Dos
generaciones con distintos objetivos y que buscan a toda costa rescatar sus
vidas, mientras son observados por un Hombre, ese personaje mítico que puede
ser el verdugo, un juez, dios o el destino.
Américo del Río convocó a un grupo de jóvenes
actores que quedan lejos de la profundidad del texto de Del Monte, porque las
palabras de la autora están salpicadas de política, de esta forma ideológica de
la toma de decisiones de un grupo.
En
los actores y actrices hay empuje; sin embargo, mi experiencia como espectadora
de El Hombre… es que el acento del trabajo está puesto en las emociones y la
exaltación del momento, lo que pone en riesgo los conflictos de fondo y los
momentos decisivos que atraviesan los personajes; por ejemplo cuando los jóvenes
en cerrados buscan salir al exterior pasan de competir entre ellos (lo que es
interesante), a los gritos desenfrenados, haciéndonos olvidar la rivalidad con
la que inicia la escena.
En
el montaje Del Río propone una enorme caja negra en el escenario, al estilo de
los trucos de magia donde los personajes entran y salen, una metáfora de
nuestra relación con la realidad y las diferentes caras que ofrece la
existencia que no siempre son felices, y que muy pocas veces son justas.
El
hombre detrás de la puerta es una búsqueda comandada por Américo del Río y
producida por Nobis Teatro. El grupo tiene en sus manos un texto exigente que puede crecer apretando tuercas.
Realizado por Carmen Zavaleta
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