Un futuro que sólo existe en su melancolía

Éramos tres hermanas



El pasado mes de julio el maestro José Sanchis Sinisterra presentó en nuestra ciudad el libro Prohibido escribir obras maestras, un material obligado para conocer su propuesta en la elaboración de textos dramáticos y que a la vez resulta un manual para acercarnos a su pensamiento creador (por cierto, la publicación está disponible de forma física en la Librería Paso de Gato en la CDMX, en la República a través dewww.pasodegato.com y en Educal).

Pienso en Prohibido… y me es inevitable asociarlo con Éramos tres hermanas, puesta estrenada en el 2015 cuando el entonces director de la Compañía Nacional de Teatro, Luis de Tavira invitó a Sanchis Sinisterra a colaborar con la institución. Han pasado dos años desde que levantó el telón y el montaje sigue siendo un juego escénico en el que sus protagonistas transitan libres, vitales y sin preocupaciones.

Si José Sanchis Sinisterra prohíbe escribir obras maestras, no se hace mucho caso. Ciertamente el nombre de la publicación va en otro sentido, pues se trata de una invitación a la exploración creadora (e incluso al error que supone la búsqueda y que es sano por donde se vea), pero la reflexión viene a cuento porque  Éramos tres hermanas  es una relectura maestra de Antón Chéjov.

Por medio de la pluma de José Sanchis, Irina (Marta Aura), Olga (Ana Ofelia Murgía) y Masha (Marta Verduzco), conviven en la casa paterna, recuerdan sus años en Moscú, anhelan el pasado, a su familia y buscan llenas de nostalgia un futuro que -tal vez- sólo existe en su melancolía.

Los personajes de Chévoj re-habitan el teatro. En la escena vemos a tres mujeres que se apropian del lugar y que encarnan a las hijas, los pretendientes, sus familiares y vecinos, resultado de una inteligente estructura planteada Sanchis Sinisterra quien a partir de un clásico explora variaciones dramatúrgicas aglutinando voces (no sólo de los personajes, también de plumas como Samuel Beckett y su propia voz), que van del pasado al presente, de lo tradicional a lo contemporáneo, tal y como hacen sus protagonistas.



Escénicamente la apuesta es la convención absoluta. Desde el inicio de la función vemos a parecer a las actrices disponer la escenografía, las escuchamos comentar el texto, las entradas y salidas de los personajes con humor y desparpajo.  La tramoya, los técnicos, los cambios de vestuario son a la vista. El reloj de la familia está dibujado en las paredes de la casa, suspendido en el tiempo, mientras hay un teléfono que sonará como el aviso de la última e inevitable noticia que nunca quiere ser recibida.

Las actrices se divierten, viven a plenitud sus personajes y se acompañan. Casi siempre están distribuidas en triángulos, en una metáfora de su relación: la base, los ángulos y los puntos de encuentro les dan sentido, no existen una sin la otra. Ellas se preguntan por su papel en la vida, sus matrimonios arreglados y van más allá, nos recuerdan que a pesar de lo que vivimos y pensamos de nosotros, nosotras, llegará un día en el que el deber ser cambiará y lo que ahora es lógico, se verá con otros ojos (la pertenencia de nuestro cuerpo, el amor, la pasión, el trabajo); llegará un día en el que nadie sabrá quienes fuimos y que existimos, pero siempre existe la posibilidad de que al alma le salgan alas para volar.
Realizada por Carmen Zavaleta
ÉRAMOS TRES HERMANAS
Dramaturgia y  dirección de José Sanchis Sinisterra
Actrices del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro: Martha Aura, Martha Verduzco, Ana Ofelia Murguía y Adriana Roel.
TEATRO ORIENTACIÓN
Centro Cultural del Bosque / Metro Auditorio
Del 24 de agosto al 01 de octubre
Jueves y  viernes 20 h
Sábados 19 h y domingos 18 h
$150 entrada general 
Aplican descuentos




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